En la actualidad observamos que el avance de las tecnologías contribuye y se relaciona cada vez más con la educación, pero también es cierto que se está desaprovechando el buen uso de estos beneficios y al contrario de contribuir a acercarnos a una educación de tipo constructivista y por descubrimiento, cada vez mas se favorece el método tradicional de enseñanza y es por esto mismo, que se requieren urgentes modificaciones al curriculo, para que sea de verdad provechoso el aporte que pueden otorgar las nuevas tecnologías a la educación, además se hace necesario crear nuevas metodologías educativas, enfocadas a darle un uso eficiente a las tecnologías creadas para implementar en el aula.
Todo lo anterior, incluyendo la importancia de reconocer la existencia de la naturaleza en convivencia con los seres vivos, lo plantea el paradigma eco-sistémico; el cual percibe la educación como un sistema abierto, es decir, fuera de cualquier esquema o linealidad, además como dijimos anteriormente, rescata la dimensión ecológica y sistémica de la vida, contribuyendo a una evolución humana entre sujetos con mayor conciencia y creatividad, además mas solidarios y críticos ante la sociedad.
Por otro lado el paradigma eco-sistémico es muy completo, por el hecho de ser constructivista, interacionista y transdisciplinario a la vez. Digo constructivista, porque entre los desafíos que plantea está el de construir nuevos ambientes de aprendizaje en la escuela, usando tecnologías, pero con un concepto claro de fondo ya sea pedagógico o conceptual, teniendo siempre en cuenta que trabajamos con seres vivos. Además plantea la creación de nuevas metodologías, que sean distintas a las que provienen de las ciencias modernas y antiguas ya que éstas al final derivan en metodologías tradicionalistas e instruccionistas y por otra parte el desafío más complejo quizás, es el de construir conocimiento enfocándose totalmente en el estudiante, viendo a éste como un sujeto capaz de aprender y dispuesto a aprender a aprender. Es interaccionista ya que concibe el aula y la red como sistemas, es decir, en constante flujo de energías, como una retroalimentación sucesiva. Conciente de que estos sistemas funcionan y están formados por seres vivos que interactúan y que cumplen distintos roles, en el caso del aula por ejemplo, podemos encontrar al profesor, quien es un es orientador, quien estimula el diálogo con los alumnos, manteniendo así el flujo en el sistema. Y por otro lado está el aprendiz quien es un absoluto protagonista de su aprendizaje y es siempre visto como un “punto importante en la red”, que en este caso vendría siendo las distintas relaciones que se crean en el aula cuando es vista como sistema.
Por último, tanto el profesor como el aprendiz originan y a la vez modifican permanentemente el contexto así como también éste a ellos, es una feed back simultaneo.
Finalmente este nuevo paradigma es transdisciplinario ya que plantea la opción de considerar a todos como un equipo que actúa dentro de una red de relaciones.
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